Qué es una misión personal
Una misión personal es básicamente un enunciado que representa todo lo que quieres en tu vida.
Uy, qué místico suena. Mejor así: para que sea más práctico y realista vamos a dividir tu vida en tres áreas.
- Tú como persona: personalidad, valores, integridad física, habilidades, hábitos o estilo de vida, profesión, conocimientos.
- Tu entorno electivo: lugar de trabajo, relaciones interpersonales, ubicación geográfica.
- Tu legado: qué quieres dejar hecho.
Estas tres áreas constituyen tu día a día, esa rutina que tanto te agobia, y que ahora sabes que puedes modificar. ¿Cómo? Teniendo claro qué quieres en cada punto. Ese es tu enunciado de misión personal, todo lo que te gustaría ser y lograr a diario, con la simple guía de tener muy claro en principio qué es lo que quieres y aplicarlo en todo lo que realices.
Puedes notar que las tres áreas están a tu alcance, por lo que tu propia misión personal es de tu vida personal, no incluye lograr cambiar nada o nadie más que a ti mismo. Un proyecto de vida no sería factible si lo enfocamos en obtener algo fuera de nuestro poder de acción, que es, prácticamente, todo aquello que no sea nosotros mismos.
Misión vs. visión personal
Vimos que la misión se refiere a definir el propósito, y la esencia propia, con el fin de ser el tipo de persona coherente que sí trabaja por lo que quiere, y además, lo disfruta día a día. ¿Pero cómo lo logra? Aquí entra la visión personal.
La visión, a diferencia de la misión, es una mirada más concreta, más a corto plazo, pero que se guía siempre de la misión. «Qué debo hacer para lograr lo que quiero ser y hacer».
Por ejemplo: Me visualizo trabajando remoto para poder cumplir mi sueño de ser nómada digital. ¿Cuál es mi sueño (misión)? Ser nómada digital. ¿Cómo lo logro? Mi visión personal debe inclinarse por una opción que me permita serlo… trabajar remoto.
Por qué tener una misión y visión personal
Algo ha quedado claro: tener definidas una misión y visión personal nos ayuda a saber lo que queremos, tanto a largo plazo como en el día a día. Y aunque este beneficio suene muy general, lo podemos descomponer en una lista de ventajas que te harán llevar una buena vida:
- Eres coherente. Al enfocarte en un mismo objetivo, comienzas a ser una persona más honesta y consistente con tus valores personales.
- Es más fácil tomar decisiones importantes, ya tienes una guía. Sabrás en gran parte descartar cuando una decisión te ayuda o no en la vida que deseas.
- Tienes claro el tipo de persona con el que te quieres rodear. Tus círculos sociales se vuelven una comunidad de apoyo.
- Tomas las riendas de tu propia vida. No hay oferta laboral, persona persuasiva, o enamoramiento que te haga escoger una opción de la que luego te arrepientas. Ahora sabes lo que quieres y te conviene.
- Adiós a la mente cortoplacista. Tener una misión te hace ser una persona comprometida con su bienestar a largo plazo.
- Mejoras tu bienestar físico y mental. Decides conscientemente qué te beneficia para ser tu mejor versión, tanto física, como mentalmente.
- Tienes una mentalidad enfocada, motivada, y organizada.
Aunque parezca que la intención es muy individualista, te sorprendería ver el impacto positivo que conlleva en quienes te rodean. Al trabajar en tu desarrollo personal, automáticamente serás cada día mejor persona también con el resto.
Ejercicio práctico para crear tu misión personal
Llegar a tu propia misión personal no es un trabajo de unos minutos, incluso de un día. La mejor forma de asegurarte que estás definiendo el camino más adecuado es enfocarte en ti. Para proyectar en el exterior debemos primero mirar adentro.
El primer paso para el autoconocimiento es la curiosidad, tu vida depende de las preguntas que te realices.
Preguntas guías para tu misión
Te dejo una serie de preguntas para que las leas y respondas con calma, que espero te ayuden a describir tu enunciado de misión personal. Dedícate un tiempo únicamente a ello. Luego de hacerlo puedes resumirlo en el formato que más te guste: una palabra, una frase o párrafo, o incluso una imagen.
- Lista 5 fortalezas y 5 debilidades. ¿Cómo podrías convertir esas debilidades en fortalezas?
- Si nadie de tu entorno juzgara ni opinara, ¿a qué dedicarías tu vida?
- ¿Qué harías si el dinero y el tiempo no afectaran tus decisiones?
- Si fallar no es opción, ¿qué quisieras conseguir?
- ¿Qué habilidades personales o interpersonales tienes para impactar positivamente en el mundo? ¿O en tu propia vida?
- Piensa en 3 personas, famosas o no, del presente o pasado, que admires. Anota el porqué de cada una.
- ¿De cuáles decisiones estás orgulloso? ¿Por qué? ¿Qué valores personales aplicaste en cada una?
- ¿Qué piensas de ti mismo? ¿Qué te gustaría pensar?
- Quedan 5 minutos para que se extinga gran parte de la humanidad. Deja un mensaje en una botella para los pocos habitantes restantes.
Vamos a añadir un poco más de creatividad y detalle…
Otro ejercicio complementario, y que en lo personal logró incluso que, cambiara al tercer año de estudio de carrera profesional:
Describe un día perfecto, y rutinario, para ti. Sé lo más específico que puedas en la rutina y hábitos. Hora en la que despiertas, qué desayunas, o si no desayunas. Qué ropa vistes. A dónde vas. Cómo luce tu jornada laboral (horarios, locación, tareas). Con quién compartes ese día. Qué se ve por la ventana (o no hay ventanas). ¿Hace frío, calor? ¡Dibuja si hace falta y no sueltes ni un detalle!
Ejemplos de misiones personales
Tu misión y visión serán personales y únicas. Sin embargo, a nivel de estructura, motivación y guía, es muy útil mirar ejemplos de otras personas. Te dejo un ejemplo de una persona influyente, y otro de, digamos, un simple mortal:
Amanda Steinberg: «Utilizar mis dotes de inteligencia, carisma y optimismo en serie para cultivar la autoestima y valor neto de las mujeres de todo el mundo».
Gaby: «Tengo la capacidad de vivir en los países que me proponga junto con mi pareja y familia. Vivo una vida económicamente independiente, trabajando de forma remota en proyectos que me inspiran. Conozco a personas de distintas culturas y les aporto ayuda en lo posible. Vivo una vida consciente conmigo misma y mi entorno, personas o ambiente».
¡No hay reglas! Toma tus respuestas de los ejercicios, y busca proyectarlas de la forma en la que te sientas más cómodo. La única premisa es que este enunciado pueda servirte de guía en tu día a día, y en tus decisiones más importantes.
Te dejo un vídeo testimonial de Jay Shetty, quien cambió su vida por completo y se convirtió en gran motivación para quienes buscamos encontrar nuestro lugar en el mundo. «No puedes ser lo que no has visto» - Jay Shetty.
Vale la pena ver la entrevista completa.
Cuándo es el momento ideal
¡Ahora mismo! No esperes una crisis existencial para revisar el rumbo de tu vida. No hay de que temer, no es la primera vez que tomarás decisiones importantes, solo que esta vez podrás decir: «A partir de hoy viviré de este modo».
Cómo apegarse al enunciado de misión personal
Mantén el impacto realista, pequeño; primero para ti, luego para tu entorno. Una misión y visión no tiene por qué llevar consigo el tipo de experiencias que marcan historia en la humanidad. Tu proyecto de vida puede incluso basarse en «ser una mejor persona». Cada granito de arena suma, asegúrate de que el tuyo te motive lo suficiente como para comprometerte con él a diario.
Puedes colocar de fondo de pantalla de tu celular una frase o imagen que te recuerde tu enunciado día a día.
Misión profesional
A pesar de que el concepto de misión y visión se utilizó por primera vez en el ámbito empresarial, el individuo lo comenzó a utilizar cada vez más en su vida de manera integral. Y es que al trabajar en tu misión personal automáticamente estarás beneficiando tu lado profesional, porque, como ya vimos, forma parte de las áreas claves que tomas en cuenta al definirla.
Además de apegarte a los valores de tu empresa, asegúrate de comprometerte con los propios en tu aspecto profesional.
Ahora que eres consciente de cómo definir tu misión y visión, el primer paso será aceptar que necesitas un cambio, y luego, tomar acción.
Hace un par de años decidí cambiar de creencias, carrera, alimentación, hábitos, forma de vestir, hablar, contenido que consumo; y principalmente, decidir por mi felicidad antes de que el día a día decidiera por mí.
Espero termines de leer con una sonrisa de esperanza en el rostro que diga: «Viviré, para mí, para mi proyecto de vida. Todo irá cada día mejor, convirtiéndome en una mejor persona. Voy a vivir la vida de manera libre, única, feliz. Me merezco una buena vida. Todos la merecemos».