Qué son los hábitos saludables
Los hábitos de vida saludables son aquellos que mejoran tu estado físico, emocional y mental. Los buenos hábitos se reconocen porque causan un impacto positivo en tu vida cotidiana y te llenan de satisfacción contigo mismo. Esto último reafirma tu seguridad, tu autoestima y alimenta el compromiso con esta forma de vida.
Los hábitos saludables te impulsan a ser mejor, te acercan a metas y te hacen sentir bien a corto y largo plazo. Abandonar malos hábitos e incorporar hábitos de vida saludable aumenta tu calidad de vida. Es un compromiso contigo mismo; una apuesta a ser mejor.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud como “un estado de completo bienestar físico, mental y social” e incluye como ejemplos: una dieta saludable, actividad física, relación con el medio ambiente y actividad social.
Estilo de vida saludable
El mundo se mueve muy rápido y en el afán de cumplir con las demandas externas, a veces, sacrificamos nuestra calidad de vida. Una vida sana necesita de tiempo libre para conectar contigo mismo; espacios que promuevan tu salud física y emocional, momentos en los que cuides de ti mismo, de tu higiene, de llevar una alimentación saludable, de realizar ejercicio físico y recrearte.
Lo contrario, termina acarreando problemas de salud, enfermedades crónicas, enfermedades cardiovasculares a largo plazo, y afectando tu estado de ánimo y tu rendimiento desde el primer momento.
Muchas veces, tomamos decisiones que comprometen nuestro estado de salud, para incrementar nuestra productividad. Lo primero es entender que si no cuidamos nuestro estado físico y mental, el rendimiento en la vida diaria se verá afectado, sin lugar a dudas.
Busquemos el balance, una vida sana, una buena salud y un compromiso de cuidar de nosotros mismos, por encima de todo.
Ejemplos de hábitos saludables
Imagina este proceso como la construcción de una casa nueva. Esa casa es un estilo de vida saludable. Cada hábito positivo es una parte de esa casita. Comienzas a tomar más agua y colocas las paredes; abandonas malos hábitos y creas el piso de la casa; agradeces más a menudo y las paredes se van pintando poco a poco. Esta casa es tu vida, es tu cuerpo y tu mente. Es una casa que te llevas a donde vayas.
Algunos de los hábitos para construir esa nueva casa podrían ser:
1. Alimentación saludable
Llevar una dieta equilibrada tiene un impacto mucho más profundo que simplemente lucir de una determinada manera. Nuestro cuerpo responde a nuestros hábitos alimenticios y cada cosa que comemos genera una respuesta en nuestro organismo.
Cuidar nuestras comidas diarias, elegir alimentos ricos en nutrientes, alimentos saludables que incrementen nuestra energía y nos den sensación de vitalidad y bienestar físico se traducirá en salud mental, mejor estado de ánimo y mejor rendimiento en todas las áreas de la vida.
2. Hidratación
Cuando sentimos sed, significa que ya estamos deshidratados. Evitar llegar a esa sensación y mantener una hidratación constante, hará que nuestro cuerpo funcione mucho mejor. Incluso, muchas veces comemos de más, porque confundimos el hambre con la sed. También, la falta de hidratación puede generar ansiedad y dolor de cabeza.
El agua es gratis y es el mejor líquido que podemos darle a nuestro cuerpo. Si te cuesta tomar agua, agregarle un toque de limón, piña o alguna fruta que te guste, puede ser un primer paso. Con el tiempo, le tomarás el gusto.
3. Higiene personal
Cuidar nuestra higiene personal tiene efectos en la salud física y mental. Cuidar de nosotros mismos es darnos valor. Sentirnos limpios y cuidados eleva la sensación de seguridad y nuestra forma de enfrentar el día a día.
4. Ejercicio físico
El sedentarismo es causante de enfermedades a largo plazo; deteriora nuestro estado físico y mental; además, ocasiona un deterioro de la imagen física, que puede traducirse en baja autoestima, inseguridad y problemas emocionales.
Algunos beneficios de hacer ejercicio físico:
- Ayuda a perder grasa.
- Disminuye el colesterol malo.
- Baja los niveles de presión arterial.
- Aumenta la masa muscular.
- Disminuye la posibilidad de padecer enfermedades cardiovasculares.
- Disminuye la ansiedad al liberar ciertas hormonas que mejoran el estado de ánimo.
- Mejora la densidad ósea.
- Favorece a la memoria y estimula la concentración.
- Incrementa la vitalidad.
Vale la pena tomarnos al menos 30 minutos al día y practicar actividad física. Es media hora a cambio de beneficios incontables.
5. Contacto con el medio ambiente
Estar en contacto con la naturaleza y el medio ambiente nos proporciona un espacio de contención; combate la incertidumbre a la que estamos expuestos a diario; nos permite conectar con nuestra esencia como seres humanos; estimula la capacidad de asombro y la concentración. Estar cerca de la naturaleza, beneficia nuestra salud mental, estimula lo sensorial por encima del pensamiento.
6. Actividad social
La interacción entre seres humanos favorece la estimulación y desarrollo de nuestro cerebro. Estar con otras personas estimula la memoria, la sensación de pertenencia y la empatía con otros. Nos ayuda a sentirnos conectados y acompañados en el proceso. El ser humano es un ser social, por naturaleza. Sentirnos en vínculo con otros mejora nuestro estado mental y emocional.
7. Conexión con nuestra esencia
Es importante incorporar momentos para conectarnos con nosotros mismos; para revisar si estamos en el camino correcto; para pensar en cómo nos estamos sintiendo y en la vida que estamos llevando. Es importante lograr un equilibrio entre nuestras responsabilidades externas y la responsabilidad de mantenernos sanos. Recrearnos, estimularnos y escucharnos son parte esencial de una vida sana.
8. Vive estando más presente
Las redes sociales y la sobreestimulación nos acostumbran a repartir nuestra atención en lugar de concentrarnos al 100% en una sola cosa. A veces, tenemos la mente en cualquier otra cosa, menos en lo que estamos haciendo y eso retrasa los resultados y nos desconecta.
La concentración permite avanzar de forma eficiente. La tecnología es un aliado en nuestro desarrollo, pero es importante rescatar la importancia de estar presentes en el sitio y el momento que estamos viviendo.
Cómo incorporar hábitos sanos
Sabemos que incorporar nuevos hábitos, genera cierta resistencia, por el cambio que implica en nuestra vida cotidiana. Sin embargo algunos pasos importantes son:
- Encontrar una razón de peso: Por qué quieres fijar esta conducta y apoyarte en ella, cuando pienses en rendirte.
- Dividir el objetivo final en pequeñas acciones: Esto permite que el impacto no sea tan abrupto y los cambios se ejecuten de forma gradual y efectiva.
- Colocar plazos: Asignarle un tiempo estimado a ese objetivo final y a las pequeñas metas en las que lo dividimos
- Monitorear: Llevar registro de los avances logrados en el tiempo y de las recaídas.
- Premiarnos: La satisfacción con nosotros mismos es la mayor de las recompensas. Sin embargo, es importante reconocernos los avances. Esto estimula y fomenta el compromiso con la meta final y la fijación del hábito.
No hay una receta mágica para incorporar buenos hábitos y deshacernos de los malos. La fórmula radica en la razón correcta + constancia + entendimiento y paciencia.
Los hábitos saludables nos hacen sentir bien desde el primer momento. Incorporarlos a nuestra vida nos deja un sinfín de beneficios en nuestra salud física, salud mental y salud emocional. Disfruta el camino. Disfruta ver cómo avanzas y te comprometes con tu vida, tus metas y con tu salud. ¡Celébrate!